Friday, 31 October 2014

REPÚBLICA DOMINICANA: Importancia de títulos de propiedad en la economía

En días recientes, el sector empresarial de República Dominicana, como parte interesada, y las autoridades monetarias, como ente de equilibrio oficial, junto al Banco Mundial, expusieron sus consideraciones en torno al papel que juega en el crecimiento de las economías la formalidad e informalidad en el mercado laboral de cara al porcentaje de ingresos de unos y otros.

Sin embargo, en las extensas y ‘enjundiosas’ exposiciones pasaron por alto lo que, para el llamado sector informal sería un necesario paso hacia su constitución, y de paso, convertirse en un elemento de presencia real en los mercados a valorar.

La experiencia en los mercados formal e informal permite aportar un granito de arena en la construcción de una economía lo suficientemente sólida como es la aspiración de todo buen dominicano.

A saber: Respecto a los mercados en que intervienen informalidad vs formalidad, se observa cómo diversos sectores se reparten la responsabilidad ante la falta de controles, en lo que constituye, en apariencia o no, un serio problema del crecimiento en todas las economías, principalmente en aquellas de países en vías de desarrollo.

Como se había observado, no se nota un enfoque o análisis de las verdaderas causas del necesario crecimiento de la informalidad, razones por las que se plantean reflexiones que tienen su origen en la experiencia de muchos años en los caminos de nuestras economías.

La OIT

En el año 1990, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó un estudio revelador para la época: el 85%  de todos los nuevos puestos de trabajos en América Latina y el Caribe fueron creados por el llamado sector extra-legal. Ese mismo estudio proyecta de cara al 2015,que más de 50 ciudades en países en vías de desarrollo tendrían una población superior a los 5.0 millones de habitantes, y que en su gran mayoría vivirán ubicados fuera de la Ley o la formalidad. Más recientemente, la prensa local se hizo eco de un estudio del Banco Mundial sobre el alto crecimiento en ciudades de América Latina de la población urbana, que la sitúa para los próximos años por encima del 80%, en detrimento de la población rural, fenómeno que contribuye al incremento de la subsistencia de las personas a través de la informalidad.                                                      

Se estima que el sector extralegal está presente en nuevas actividades que reemplaza las tradicionales, dando lugar, entre otras cosas, a que más del 50% de las viviendas carezcan de títulos de propiedad legítimo, y que una gran cantidad de pequeños y medianos comerciantes, como consecuencia de esa situación, incrementen una población no bancarizada y, por tanto, sin posibilidad de acceder al crédito bancario formal.

Existe la percepción de que todo el que se refugia en los sectores extralegales lo hace para evadir impuestos y/o leyes laborales. De ninguna manera podría ser absolutamente así. Una gran mayoría  de personas no acuden a la informalidad para evitar pagar impuestos, sino porque las leyes vigentes no atienden a sus necesidades o aspiraciones y en muchos casos, quizás por ignorancia, en términos relativos pagan mucho más impuestos que muchos de los formales. Es bien sabido que con la modernidad de los pagos de impuestos anticipados o adosados al bien que se adquiera, nadie escapa del pago, cada vez  que se adquiere una mercancía o un bien gravado.   

Al no estar legalmente constituidos, los empresarios ‘ilegales’ no pueden atraer inversionistas en sociedad o participación, ni obtener crédito formal a bajos intereses, por no contar, en su mayoría, con títulos de propiedad, además de la difícil calificación para un buen seguro de protección de sus negocios. Otro factor a destacar es la inseguridad, además del temor a ser detectados  por el gobierno recaudador  y extorsionador, y a veces, pagar protección de bandas  organizadas y de otra índole. En esas condiciones, resulta difícil pasar a la legalidad y en muchos casos, pierden espacios, pues los legales se disfrazan de pequeños para aprovechar los incentivos de las llamadas Pymes, o simplemente apoderarse de todo, mientras los pequeños no tienen posibilidad de legalizar un título de propiedad o bancarizarse, pues las normas bancarias están diseñadas  para que el productor solo califique si no necesita dinero. Debemos reconocer, sin embargo, que recientemente BANRESERVAS ha dado muestras de querer alivianar ese problema con su programa PRESERVA, en tanto reconocen la existencia de una  población no bancarizada ronda el 54%, y más recientemente, el gobernador del Banco Central se refiere a un estudio que indica que el 66% de la población no utiliza los servicios bancarios.

Si a lo antes dicho se agrega la ineficiencia,  pagos de impuestos indirectos, sobornos, mercado negro y todas las distorsiones del sistema administrativo, sería menos costoso la oportunidad de formalizarse pagando impuestos justos y  directamente al gobierno, garantizando más calidad de vida y el orgullo de que se les otorgue un trato digno.  

En ese sentido, la importancia del título de propiedad y su influencia en la  formalidad debe ser una aspiración de toda sociedad organizada, representada por funcionarios pulcros que creen las bases para una verdadera continuidad de la gestión pública sin importar la bandera política, elemento que ha faltado en los últimos 30 años de vida democrática, período en el que los gobiernos se han comprometido a resolver el problema de la titulación de la tierra, imposibilitado en el hecho de que, unos y otros vienen con un ‘librito’ nuevo, mientras terminan dañándose en el organismo rector de los bienes del Estado.

Una mirada retrospectiva muestra algunos casos reveladores de lo antes expuesto con relación al tema de la titulación. En ese sentido, remitimos a nuestra página web, en la que se aborda con claridad el tema, motivado por la designación de la nueva Suprema Corte de Justicia con recomendaciones puntuales de una alianza estratégica entre el sector público y el sector privado.  www.titulatec.com.  

Asimismo, los elogios al Administrador del Banreservas, en torno al Programa Preserva, y las puntualizaciones en torno a la necesidad de flexibilizar las normas bancarias para adecuarla a los financiamientos de la titulación, la creación  de un plan piloto, tomando como modelo una comunidad, titulado con apoyo del sector privado, sin participación directa de organismos del Estado y con el financiamiento de la banca en general, tales como el Banreservas, bancos múltiples, de créditos y ahorros, corporación de créditos, banca solidaria y las asociaciones de ahorros y préstamo, así como las empresas fiduciarias.

Los resultados de la iniciativa se pueden medir al cabo de tres años, asegurando que la población económicamente activa estará bancarizada en por lo menos un 75%.  Asimismo, resalta cómo disminuye la delincuencia y la criminalidad cuando una comunidad o sector tiene su título de propiedad, avalado por el Estado; pues los moradores se organizan y defienden sus derechos.

Es decir que las instituciones de servicios públicos y privados pueden regularizar sus servicios con alguien que tiene una carta de presentación con su título de propiedad, tales como las empresas de servicios de electricidad, acueductos, servicios de cables, telefónicos, mientras el gobierno central y municipal pueden ampliar su base de recaudaciones fiscales. En ese sentido, es válido destacar que  las autoridades pueden convertir los capitales muertos en capitales vivos, emulando la gran obra del peruano señor De Soto, “El misterio del capital”.

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